Casanova 10

Los diez últimos años de la historia compartida entre el vino y el Pazo Casanova no hubieran sido posibles sin la entrega y buen hacer de muchas personas. Entre ellas quiero destacar a las siguientes:

Claudio Blatter, Aurora del Río, José Calvo, Canal Uno, Pablo Estévez, Tomás Fernández, Amador Figueiral, Alberto González, Eugenio González, Juan García, José Hidalgo, Maximino de Inoxes, Carlos Jorge, Agustín y Kaíto Lahidalga, Roberto López Fojo, Rafael López Freire, Luis Limia, hermanos Díaz Caldelas, Alfonso Losada, Ana Martín, Carlos Mosquera, Guillermo de Os Érbedos, Pepe Paz, Juan Luis Pérez, Susa Rodríguez, Faustino Sotelo, Ander Uribe, Francisco Vega, José Vilariño y Pedro Villamarín. 

La fidelidad de innumerables clientes nos ha acompañado en los momentos difíciles. Trataremos de continuar siendo dignos de su confianza y apoyo. Gracias a todos ellos.
De este vino conmemorativo de nuestros diez primeros años, hemos elaborado tan sólo 600 botellas. Queremos que sean un hito en el camino ya recorrido y la torre vigía desde donde explorar las posibilidades que abre el futuro.

Luís Carlos de la Peña

Vendimia 2012

La vendimia del otoño de 2012 se presentaba con una previsión de poca uva. Nada que ver con la abundancia del año pasado. La sorpresa ante las primeras estimaciones realizadas en la segunda quincena de agosto pronto se vieron corroboradas por la información que se filtraba de otras bodegas e incluso de otras Denominaciones de Origen. El miércoles 3 de octubre, primer día de vendimia, se confirmaban los cálculos realizados por Aurora y Amador: apenas tendríamos 35.000 kg de uva; el grado no superará los 12,5 y la acidez se ha equilibrado en los últimos días.

Y si el miércoles, como digo, se empezó la vendimia, el domingo por la tarde se cerraba. Han sido cinco jornadas de buen tiempo, sol que iba venciendo a las nieblas a partir de media mañana y con temperaturas máximas que han alcanzado los 25 grados. La finca de Fechos nos ha dado este año, de manera excepcional, mejor uva que la de Casanova, más madura y con más grado. Cova da Serpe, en su humildad, ha aportado también este año una uva excepcional.

La gran novedad de estas jornadas ha sido la visita inesperada del señor jabalí y su muy amplia familia, jabalina y jabatos. Las nueces, las bellotas y la fruta caída son un manjar extraordinario en el otoño del Ribeiro. El manto vegetal y varios centímetros de tierra superficial aparecen levantados y revueltos en todas las fincas. Por fortuna ni las cepas ni las uvas parecen llamar la atención de nuestros visitantes nocturnos. Recogemos también de varias plantas, nidos perfectos de aves que los utilizaron hasta hace escasas semanas. Es posible que nuestra práctica habitual de utilizar muy pocos herbicidas y tratamientos en la viña no sólo beneficie al vino y al consumidor final: también mejora el ecosistema y su diversidad.


El mosto espera ya en los depósitos la turbulenta fermentación. La humedad empapa los rincones mientras la viña va tomando el color del oro. Hay un aroma de maderas descompuestas, de setas y castañas asadas. Nos visitan los amigos y lo celebramos con sabrosas anguilas fritas, con minúsculos peces del río espolvoreados con el suave pimentón. El trabajo seguirá ahora en la bodega; la viña va quedando en silencio, perderá las hojas y aguardará fatigada a la poda revitalizadora.